No lo extraño

A veces quisiera (extender las alas y) volar lejos de aquí.

Yo misma siento que esto es innecesario, y por eso m voy a explicar.
Desde los 16 años he buscado un poco más de independencia: quería trabajar para ganar dinero extra y darme mis gustos. Pero desde entonces he luchado con varios tipos de problemas.
1.-Mi mamá: Estás muy chica para trabajar!
2.-Mi edad: Casi nadie contrata a niñas de 16 años (mi mamá tenía razón)
3.-Transporte: Suponiendo que consiguiera un trabajo, imaginense que sea uno lejos de casa. Todavia no tenía permiso ¡¡ ni siquiera sabía manejar!!

Lo único que logré, hacer tras mucha insistencia, fue hacer que una amiga de mi mamá me diera un trabajo de medio tiempo en su consultorio, ordenando y clasificando noticias periodisticas. Pero m pagaba 300 pesos a la semana.
De ahí, he trabajado, si no es con mi propia mamá, con la mamá de aguna amiga, reuniendo de vez en cuando alguna modesta cantidad de dinero además de mi gastada semanal.

Este año al fin cumplí los 18, ya no estoy chica, se manejar y tengo licencia... ahora me enfrentaba a otro problema: La inexperiencia.

de las quince solicitudes que repartí por toda la ciudad, sólo 2 personas me llamaron. La gente lo atribuía a mi mala suerte, yo estoy segura que se trataba de que nunca había trabajado en ningún lugar.

Al final, conseguí que me dieran trabajo de cajera en una tienda Extra.

...
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El día que conocí a Pablo, me percaté de que era una persona tímida, pero amable, insegura, pero preocupada por los demás... luego de asegurarse de que los demás están bien, se encarga de sí mismo.
No me contrató de entrada, porque le dio el trabajo a su hermanito. Cuando el hermanito, después de un día de trabajo, dijo que no iba a volver, me llamó. Entonces tuve mi primer empleo.
La primera vez fue entusiasmante ¡ohhh, el primer día de mi primer trabajo!!
Me presentaron a mí compañero de turno, Carlos; me mostraron la tienda y me fueron dando indicaciones. Lo primero que me enseñaron fue, obviamente, a cobrar. Pasar promociones. Multiplicar productos. Hacer inventarios cíclicos. Borrar códigos de tarjetas. Etc etc etc
Platiqué mucho con Carlos, acababamos de conocernos y teníamos mucho que decir.
Unas horas después, nos aburríamos.
Descubrí, desde el primer día, que pasaría mucho tiempo parada sin hacer absolutamente nada que hacer.
Al volver a casa, los pies me reventaban cada vez que me ponía de pie después de estar descansando.
El día siguiente no fui porque era mi descanso.
En mi segundo día de trabajo pregunté porqué no teníamos sillas. Que a eJimmy (el dueño del Extra) no le gustaba, aunque ahora creo que son, más bien, políticas de la empresa (corona).
Les decía, en mi segundo día conocí a Ivan, el señor de turno nocturno que sustituía a Carlos por descanso. Aquella vez no me aburrí en ningún momento; Ivan es una persona muy divertida, siempre tiene algo que decir.
En esa ocasión descubrí que Pablo era casado, y con bebé y todo. El bebé era adorable, de cinco meses, pero mi compañero de trabajo tenía apenas 20 años...
Saquen conclusiones.
Por esos días, Pablo no se quitaba de la tienda hasta que daban las 6pm, y yo creía que sería siempre así. Pero no.
El tercer día se quitó a las 2 con su esposa, y me quede sola con Carlos. Fue una tarde muuy larga.
El cuarto día lleve una revista Selecciones para leer cuando no hubiese clientes, pero hasta leer me aburría, así que me dedicaba a buscar cosas que hacer: cambiaba las salchichas, envolvía panes, acomodaba los estantes, limpiaba todo como una maniatica de la limpieza. Barría y trapeaba para no aburrirme. Cuando no habia nada más que hacer, continuaba leyendo.
El quinto día, domingo, pintaba ir a ser el peor día de todos... pk escuché que era el día en el que menos gente iba.
Uff... Ya podía imaginarmelo.
Pero fue bastante diferente a lo que pensé. Justamente por ser el día en el que menos clientes iban a la tienda, a Jimmy se le ocurrió que podíamos pasarnos el día entero contando productos (inventarios ciclicos) asi que estuve contando chicle por chicle, sabritas por sabritas. El peor de todo eran los refrescos, por que me metía al cuarto frío, que para que sepan, está muuuuuy frío, más de lo que suena.
Ese día debían de pagarme, pero no lo hicieron!
El lunes esperé todo el día también para que me paguen... y tampoco m dieron mi dinero. Yo m preguntaba ¿creen que trabajamos de a gratis o algo así?
Pablo no había ido en días, Ivan permanecía en su turno de la noche, y yo m pasaba las tardes con el poco simpatico Carlos.
Es bastante cansado y al mismo tiempo aburrido estar parada sin hacer nada. Y cuando se hace algo... no va más allá de los limites físicos, pero sí es cansado. De cualquier forma, no todos los días me iban a poner a contar productos.
Juntando estos factores, con el hecho de que me surgió otra oportunidad de trabajo, decidí abandonar.
Suena muy ridículo que sólo haya estado seis días, pero ¿qué más iba hacer ahí? Ya tenía suficientes razones para irme.
El día que llegué a cobrar, me encontré de nuevo a Pablo. Me contó que él también iba a dejar el trabajo porque había peleado con Jimmy.
Qué cosas.
Oh, bueno, Carlos también lo dejó para irse a Campeche a empezar la universidad.
Así terminó.
Ahora me dedico a pasar de casa en casa haciendo encuestas en mi tiempo libre. ¿Desventajas? El sol, solucionado con estos días nublados ¿Ventajas? Pongo mi propio horario, hay días en los que no tengo que ir a fuerza, no m aburro, camino y bajo de peso. Además, lo más seguro es que en cuatro días terminé las encuesta. Hasta el día de hoy llevó hum... 8 encuestas, junto con mi compañera llevó 19.
Mañana continuaremos.

Eso fue todo sobre mis trabajos de vacaciones. Como les decia al principio, tal vez sea un poco innecesario contarles, pero dado el tiempo que le dedique, y la importancia que le di a conseguir el trabajo, senti que era mi deber intrinseco documetarlo.

ciao