martes, noviembre 29, 2005

Aniluap y Oiciruam (4)

A veces quisiera (extender las alas y) volar lejos de aquí.

Luego de haber recorrido varios kilometros en linea recta y sin ver más que un horizonte blanco... Aniluap y Oiciruam comenzaron a entender su nueva realidad.
Habían perdido por completo el sentido de la orientación, no sabían de dónde llegaban ni a dónde iban.
Todo alrededor era nieve... a lo largo de su caminar no habían visto nada más que nieve, no rocas, no árboles, no lagos congelados: Nieve. Ni un punto de referencia que los ayudase. Incluso les era imposible regresar al punto de partida... aquella colina en la que tan contentos habían estado tomando el sol.
Era como si anduvieran sobre una enorme hoja blanca extendida en una mesa plana... y no encontraran el borde.

La situación resultaba demasiado extraña.

El tiempo parecía no transcurrir.
El cielo era de un blanco grisaseo, había luz, pero era imposible localizar al sol.
No sabían si seguían estando en el mismo día o si ya había pasado un día, o dos, o muchos días... estaban segurs de haber estado durante cientos de horas caminando... pero nunca había oscurecido... nunca había llegado la noche... no habían presenciado ni un sólo amanecer.

Las tripas les crujían y ambos sabían que estaban lejos de encontrar algo que comer. Los dedos de las manos estabán tiesos por el frío, las puntas de las narices las tenían congeladas, los pies acalambrados... La temperatura seguía descendiendo.
Se miraban y se veían reflejados uno en el otro con rostros palidos y ojerosos.

Finalmente, y rendida por el cansancio, Aniluap cayó de rodillas y se hundió en el blando hielo, comenzó con las manos a escarbar lanzando la nieve hacia todos lados.

Oiciruam se detuvo junto a ella.

¿qué haces?

No puede ser que todo se haya convertido en nieve de repente, tiene que haber algo debajo ¿no? ¿Dónde está el suelo?... respondió Aniluap

Lo primero que la muchacha encontró fue el pie que su hermano se había estado admirando y que incluso le había causado gracia muchos pero muchos instantes antes.
Con un suspiro, Oiciruam se dejó caer también sobre la nieve y escarbo junto con Aniluap, con las manos sacaban puños enteros de nieve y la echaban fuera comenzando a hacer un gran hoyo.
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Oiciruam aún no estaba seguro de que podrían ganar con eso.

3 comentarios:

trako dijo...

que encontrarán bajo la nieve??!! No se pierda el próximo capítulo, jajaja

Angel Claire dijo...

ajjajajjaa :'D ¿pok t burlas de mi cuento? jejejejeje ^^

Unknown dijo...

wow... sexy, el pie de mau jaja si tanto lo admiraba algo ha de tener... pasa fotos no?? jaja wen kuento, los personajes son taaaan lindos (por lo menos en mi imaginacion son todos unos dioses)

pau*

Adorable
Gráficos con escarcha


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