Escritos de antaño I parte

Escribo para que la muerte no tenga la ultima palabra
EL SEGUNDO BESITO
A veces creo que le gusto, a veces creo que se burla de mi. Un día puede llegar a platicar conmigo y a hacerme cariños en el rostro, en el pelo o en el oído como la primera vez.
Todo estaba oscuro, y yo tenía recostada la cabeza en los brazos hacia ella. Estaba sentada frente a mí, no se oía nada, tampoco se veía nada. Comenzo acariciandome el cabello, para luego pasar a mi oído y luego a la mejilla, yo estaba despierto, y no la detuve, porque la sensación era agradable, y al mismo tiempo me causaba temor, fue entonces cuando descubrí que puedo llegar a ser muy tímido. De pronto, sus dedos ya estaban en mis labios, y los frotaba con suavidad, no sé cuál fuera el objeto. Me apartó el cabello de la frente y me dio ahí un cariñoso beso. Ahora ambos sabíamos lo que seguía. Alcé la cabeza para mirarla, pero no lo conseguí, sólo vi la mancha que era la silueta de su rostro delante de la escasa luz lejana. Ella sabía que yo tenía miedo, mucho miedo, aunque yo lo negara, no tenía forma de demostrarselo, más que quedandome quieto. Aquella era quizá la última oportunidad, todas las demás yo las había desperdiciado por tonto. Pero aquella no, además de que me moría de ganas y ansiedad. Vi cómo se fue acercando, me tomo la cara con las dos manos y junto sus labios con los míos, no sé si pudo sentir que yo me encontraba temblando. La sensación de profunda felicidad y conforte que yo había tenido desde que comenzó a jugarme el cabello se hizo más intensa. En ese momento lo único que quería era que me abrazara, me apacharara y me consintiera, que me dejara dormir entre sus brazos recostado en su pecho mientras velaba mi sueño como una madre a su bebé.
Y ahora, unos meses después, no sé si sabe que la quiero. Luego de lo que pasó dejamos de hablarnos. Ni ella me hacía caso no yo le hacía caso. Entonces tal vez fue mi culpa, quizá por eso cree que ya no la quiero. Me enteré que una vez preguntó por mí; y a partir de eso volvimos a hablarnos, y a las salidas de la escuela a veces intercambiamos miradas, sonrisas.
He escuchado que yo aún le gusto, pero me quedan muchas dudas. Lo único que sé es que estoy a un paso de amarla, que me encanta recordar cuando me besó, y que quisiera que se repitiera.
By Claire