Mi error

A veces quisiera (extender las alas y) volar lejos de aqui.

¿Por qué decidió el amor abandonar un hogar?
Tal vez porque cada vez se le ignoraba más y más. Se aburría al jugar sólo en un rincón. Estaba fastidiado de ver una y otra vez la misma vieja película. Le cansaba tejer, pincharse los dedos y llenarlos de banditas, hacer las cosas mal y volver a empezar.
El agua que le servían era demasiado dulce.
La comida demasiado caliente.
No deseaba más sentarse a la ventana y ver pasar a las mariposas volar en libertad, y él ahí, sentado sin poder salir.
Aparentemente lo tenía todo, pero para él no, y lo dejó; cambio su vida de comodidad para salir y enfrentarse al mundo, conocer nuevas cosas, aprender, vivir: quería ser libre.
¡Soy libre!
¡Soy libre!
Gritaba a la gente que lo veía pasar, se le notaba feliz, rejuvenecido.
Entonces, alguien alzó el brazo, y atrapó al vuelo, al amor distraido, demasiado contento para observar el camino.
Lo metieron en un nuevo hogar; al principio intentó escapar, no podía perder su libertad así de rápido, quería correr, huir, irse lejos.
Pero no pudo.
Le sirvieron el más exquisito y dulce chocolate del mundo.
Le regalaron la más esplendorosa, roja y suave rosa.
Le mostraron la sonrisa más encantadora y sincera.
Le miraron los más negros y profundos ojos.
Jugó el más divertido juego de todos los tiempos
y quedó atrapado en el corazón más abrigador que jamás había conocido.
Ahora mira la ventana e invita a las mariposas a entrar, en vez de envidiarlas.
¿Mi error?
¡Error del amor! ¿no?